“Nos debe interesar este tema. Es lo que nos da dientes para accionar a la ciudadanía. Los asistentes comentaban la necesidad de que esté la ley, los reglamentos, para que no se construyan más puentes ‘antipeatonales’, por ejemplo; pero como comentaba Ricardo Rodríguez, aunque no haya aún una ley estatal o un reglamento local, al tratarse de una Ley general, que se encuentra ya en la Constitución, las y los ciudadanos pueden ampararse para que ya no se construyan más puentes ‘antipeatonales’ que ya no te permitirá cruzar la calle de manera incluyente y segura”, comenta.Por tal razón, insiste en la importancia de la armonización de la Ley a nivel estatal, sin embargo, recuerda que ya existen condiciones para emprender acciones a través de la legislación nacional.
“Otro tema de gran importancia que surgió fue el de involucrar a las infancias y mujeres en la planeación participativa: preguntar las necesidades de las y los niños, de las mujeres, las personas con discapacidad y adultos mayores; grupos que, al momento de planificar una calle o un parque, no se les pregunta. Involucrar mucho a estos grupos en este proceso de pacificar nuestras calles”, indica.
“La convocatoria es exigir paz, crear conciencia que la paz no solo se exige en los hogares, en las colonias, en las escuelas, también en las calles. Tenemos muy normalizado, asumimos que la violencia vial es algo normal, pero no tenemos por qué asumir que la violencia en la calle es normal. Está tan normalizado que, cuando atropellan a alguien que se baja del camión o no usó el puente peatonal, casi decimos que se lo merecía, pero no es así. No tenemos que morir mientras vamos al súper, por ejemplo”, expresa Gloria Morales.