DESARROLLO URBANO CENTRADO EN EL AUTOMÓVIL PONE EN RIESGO LA VIDA DE LOS PEATONES EN CALLES -Y BANQUETAS- DE CULIACÁN

DESARROLLO URBANO CENTRADO EN EL AUTOMÓVIL PONE EN RIESGO LA VIDA DE LOS PEATONES EN CALLES -Y BANQUETAS- DE CULIACÁN

Cuando de siniestros viales se trata, en muchas ocasiones (por no decir que en todas) se utilizan frases para justificar el incidente como: “No cruzó por la esquina”, “Es un imprudente”, “No se fija”, “Come ligas”, entre muchas otras, para tratar de culpar al peatón por haber sido atropellado, y de alguna manera, intentar minimizar el hecho quitando responsabilidad al conductor. 

Pero, ¿Qué tiene que estar sucediendo en nuestras ciudades para que un peatón usando el espacio que la ciudad le confinó corra peligro?. Un espacio que de por sí ya se siente como un castigo, un tipo de aislamiento urbano en estado de precariedad y desdeñable, que no cuenta ni con lo mínimo suficiente para caminar o simplemente estar, mucho menos para el disfrute del espacio público, en donde en teoría deberías de poder vivir seguro. 

La respuesta es una problemática de seguridad vial propiciada por el mismo desarrollo  que se ha priorizado siempre para las ciudades, o por lo menos, desde hace ya varias décadas. Dicho modelo gira alrededor del rey del espacio urbano, el automóvil. La prueba de ello es lo que recién sucedió en Culiacán, nuestra ciudad, en donde un automovilista embistió a tres personas que se encontraban en la banqueta. Durante el siniestro, el conductor del vehiculo circulaba a exceso de velocidad y pasándose el semáforo, o mejor dicho “ganandole”, porque para muchos el amarillo significa “acelerar más para alcanzar a cruzar”. Como consecuencia, dos de los peatones fueron heridos de gravedad, mientras que el tercero lamentablemente perdió la vida debido a las heridas provocadas durante el incidente.

Este siniestro vial ejemplifica a la perfección uno de los mayores problemas de la sincronización de los semáforos, sobre todo, en vialidades como la avenida Álvaro Obregón, lugar donde ocurrió dicho incidente. Esta sincronización permite a prácticamente cualquier vehículo automotor, alcanzar velocidades que sobrepasan los límites permitidos por la ley. 

Los siniestros viales están directamente influenciados por la misma infraestructura de la vialidad; es decir, se tiene el tiempo oportuno para acelerar y alcanzar altas velocidades, y con el espacio suficiente para poder circular por encima de los límites que son seguros. Además, la misma condición de la infraestructura lo permite y facilita, generando así diversos factores de riesgo como que otro automóvil o usuario de la vía pueda estar haciendo uso del espacio urbano. Todo esto contribuye a que la seguridad vial sea una problemática integral de raíz para Culiacán, pues tan solo en este siniestro vial podemos encontrar como los antagonistas del enfoque sistémico, ya que este sistema plantea un esquema de conceptos relacionados entre sí, los cuales trabajan como un engranaje. 

En este evento encontramos a los antagonistas especialmente de tres factores importantes de este sistema seguro o enfoque sistémico, como son: 1) Velocidades seguras, puesto que el conductor circulaba por encima de las mismas, lo cual no solo lo ponían en riesgo a él, si no, que se convertía en un agente de riesgo para otros; 2) Vialidades seguras, ya que la misma infraestructura facilita el alza de la velocidad y como genera condiciones de riesgo; y por último, 3) Automóviles seguros, esto ya como parte de una problemática nacional en donde se regula la cantidad de estrellas que tienen los vehículos para poder salir al mercado.

En conclusión, mientras se siga con el mismo modelo de desarrollo urbano el cual coloca al automóvil en el centro, así  como con proyectos de infraestructura que benefician más a un usuario de la vía que a otro, como la semaforización sincronizada aislada, será una labor titánica poder atender la problemática de la seguridad vial de manera integral en nuestras calles, y por desgracia, eso continuará creando las condiciones para que más personas pierdan la vida o bien que sufran lesiones a causa de los siniestros viales, aún y cuando se encuentren usando el residuo de espacio urbano al que le llamamos banqueta.

 


 

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