Las niñas, niños, personas adultas mayores y personas con discapacidad se encuentran dentro de lo que llamamos grupos vulnerables. Les denominan así porque son sectores de la población que, por ciertas condiciones (sociales, económicas, físicas, culturales o de otra índole), tienen mayor probabilidad de sufrir daños, discriminación, exclusión o violaciones a sus derechos, y además menos capacidad para prevenir, resistir o recuperarse de esos daños. Por lo anterior, es que hoy queremos compartirte sobre porque las niñas, niños y personas adultas mayores son los peatones más vulnerables en el espacio público.
Mejor dicho, no es que estas personas “valgan menos” o que tengan menos derechos, sino que las circunstancias en las que viven las colocan en desventaja frente al resto de la sociedad.
Un ejemplo de estos grupo son: niñas, niños, personas adultas mayores.
En derechos humanos, el término tiene un sentido clave: los Estados tienen la obligación de brindar una protección especial a estos grupos para garantizar que puedan ejercer plenamente sus derechos en igualdad de condiciones.
En principio, un peatón en general, ya es el usuario más vulnerable de la vía ya que al momento de desplazarse lo hace con su propia capacidad y energía, además de que no cuenta con ningún aditamento extra que lo proteja ante una colisión o atropellamiento. Sin embargo, dentro de este tipo de usuario, existen grupos de peatones que son aún más vulnerables, como lo son las infancias y las personas adultas mayores.
Las niñas y los niños se consideran de los peatones más vulnerables porque sus características físicas, cognitivas y sociales los ponen en desventaja frente a los riesgos viales y reducen su capacidad de reaccionar ante un peligro.
Principales motivos:
Por eso, la OMS y enfoques como Visión Cero recomiendan que las ciudades planifiquen el espacio público y las vías priorizando primero a la infancia, porque si un entorno es seguro para niñas y niños, casi siempre lo es para todos.
Cómo ya comentamos anteriormente, dentro de los peatones, las infancias son las más vulnerables, sin embargo, después de ellas le siguen las personas adultas mayores. Las personas adultas mayores son un grupo peatonal especialmente vulnerable porque el envejecimiento trae cambios físicos, sensoriales y cognitivos que aumentan el riesgo de sufrir siniestros viales y de que sus consecuencias sean más graves.
Principales razones:
1. Movilidad y fuerza reducidas
Caminan más despacio y tardan más en cruzar la calle.
Tienen menor equilibrio y fuerza muscular, lo que dificulta esquivar obstáculos o reaccionar rápido.
2. Sentidos menos agudos
La visión puede ser más limitada (sobre todo en condiciones de poca luz).
El oído puede no percibir bien la dirección o la distancia de un vehículo que se acerca.
3. Tiempo de reacción más largo
4. Mayor fragilidad física
5. Enfermedades o medicación
6. Entornos poco accesibles
La OMS subraya que garantizar la movilidad segura y autónoma de las personas adultas mayores no solo es un tema de seguridad vial, sino también de derechos humanos y calidad de vida.
Ahora ya sabes porque las infancias y las personas adultas mayores son los usuarios más vulnerables de la vía, recuerda tener siempre consideraciones con ellos, sobre todo al momento de conducir.
Por último, decir que es importante apoyar cualquier cambio de infraestructura en nuestra ciudad que signifique una mejora en la movilidad y seguridad vial de estos grupos. Si ellos están a salvo, los demás también lo estaremos.