La Organización de las Naciones Unidas afirma que la contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades.
Cada año mueren en el mundo unos 10 millones de personas por los efectos agudos y acumulativos de la contaminación atmosférica y hasta ocho millones de esas muertes están relacionadas con las partículas producidas por la quema de combustibles fósiles.
Los datos de la OMS muestran que casi toda la población mundial, respira un aire que supera los límites recomendados por la Organización y contiene altos niveles de contaminantes; además, estos datos indican que la exposición es más elevada en los países de ingresos medianos y bajos.
Una ventaja que ofrece Redspira, gracias a su naturaleza colaborativa, consiste en su capacidad para integrar infraestructura de monitoreo y datos sobre calidad del aire recolectados tanto por autoridades ambientales como por ciudadanos en una plataforma común. De hecho, gracias a esta característica y a los convenios celebrados con las autoridades competentes, se incluyen en la red de las mediciones arrojadas por las estaciones de monitoreo oficiales.
Su solución permite la creación o fortalecimiento de las redes de monitoreo en regiones en donde debido a restricciones presupuestales, la adquisición de estaciones normadas no es una opción, o bien, los costos de operación o mantenimiento serían viables, obstaculizando el monitoreo óptimo de la calidad del aire.
Salvador Martínez. Licenciado en Biología con orientación en ecología y diplomado en Criterios Metodológicos y Gestoría para el Proceso de Evaluación de Impacto Ambiental por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Experiencia en análisis de prevención y control de la contaminación y en educación ambiental.