LÍNEAS DE DESEO PEATONAL Y SU IMPORTANCIA EN EL DISEÑO URBANO
Recientemente se viralizó en redes sociales un video de la ciudad de Puebla, en el cual se aprecia a varios peatones tropezando a mitad de la calle, con un elemento cuya función es delimitar el carril de la ciclovía del resto de la rúa. Por supuesto, en el internet los memes y comentarios sobre estos incidentes no brillaron por su ausencia. “Es que no ponen atención”; “Eso les pasa por cruzar por donde no deben”, fueron algunos de los mensajes más frecuentes entre los usuarios. Quizás estas primeras impresiones pueden hacernos pensar que la culpa de estos hechos es únicamente de quienes tropezaron, sin embargo, algunos expertos en temas de movilidad y seguridad vial también compartieron su análisis de lo sucedido.En el diseño urbano existe un término llamado “línea de deseo”, el cual hace referencia al recorrido deseado por las personas para trasladarse de un punto A a un punto B de manera directa y rápida, sin embargo, este camino no es siempre el más cómodo o agradable.Podemos encontrar rastros de las llamadas “líneas de deseo” en parques, jardines, camellones, donde el diseño de estos espacios tiende a ser muy recto o definido y no responde al deseo o necesidad de desplazamiento de las personas.En nuestras calles este fenómeno se repite, pero no siempre puede verse a simple vista como en los caminos marcados en un área verde o de terracería, esto debido a su revestimiento de concreto o asfalto. Sin embargo, si prestamos atención podemos encontrarlas fácilmente. Frecuentemente asumimos que las y los peatones realizaremos movimientos completamente rectos al desplazarnos, como robots, pero la realidad es completamente diferente.Conocer qué son estas líneas de deseo y cómo se manifiestan en el espacio público es muy importante para las personas que diseñan nuestras ciudades. El saber a ciencia cierta dónde están, nos permite orientar el diseño de las calles, caminos e incluso cruces peatonales de manera adecuada.La imagen anterior es de un estudio realizado en la ciudad de Londres, Inglatearra, para la accesibilidad a estaciones de metro, donde los rectángulos amarillos son los cruces de cebra señalizados y por donde “deberían” cruzar las personas. Contrario a esto, las líneas verdes son los recorridos reales de las personas o las “líneas de deseo”. Con esto podemos deducir que el diseño urbano no está atendiendo las necesidades de movilidad de las y los usuarios.Lo sucedido en Puebla pasa en cualquier ciudad de México o el mundo, no es un caso atípico ni mucho menos único. Es un claro ejemplo de una serie de deficiencias en el espacio público que dieron los resultados ya vistos.¿Qué se podría hacer para evitar estos tropiezos?Podemos partir desde el reconocimiento de que como seres humanos cometemos errores. No obstante, éstos no deberían costarnos una lesión grave o incluso la muerte como bien lo maneja la teoría de la seguridad vial sistémica. Observar el entorno e identificar las llamadas líneas de deseo peatonal, mapear los obstáculos que las personas pudieran encontrarse en el camino de las mismas para removerlos o modificarlos, agrandar el cruce de cebra, entre otras.Recordemos que la ciudad debe ser diseñada partiendo de la escala humana y priorizando los desplazamientos cómodos y seguros de las y los peatones. El error humano es una constante natural y no podemos evitar que suceda, lo que sí podemos hacer es adecuar el espacio público para que estos descuidos no les cueste la vida a las personas.
Autor: Andrés Salazar. Egresado de la Primera Generación de Urbanistas por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Estratega Urbano con enfoque en Movilidad Urbana Sustentable por el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU).