Si bien se ha comentado con el paso de los años que la infraestructura educa a los usuarios de las vías no debemos olvidar que uno de los temas importantes de la seguridad vial es proteger a los usuarios más vulnerables de la misma, el principal: los peatones.
No hay que olvidar que todos somos peatones en cualquier momento dentro del entorno de la ciudad, si eres conductor, ciclista, usuario de transporte público en cualquier momento eres un peatón al momento de bajarte de tu medio transporte.
El objetivo principal de implementar estas estrategias es la pacificación del tránsito cómo reducir la velocidad. Según la nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMySV), la velocidad máxima dentro de las urbes es de 60 km/hr, sin embargo, esta no es una medida que se respete en las calles. La cultura vial de un entorno debe ser compartida con todos los usuarios.
En la ciudad de Culiacán los conductores de vehículos automotores están acostumbrados a llevar la prioridad en las calles, comportándose como el rey de la selva, muchas de las personas que se movilizan en vehículos motorizados no priorizan la seguridad de todos, si bien las quejas entorno a la cantidad de topes que existen en las calles es alta, es una alternativa económica y rápida a la reducción de la velocidad por la seguridad de los adultos mayores, niños y cualquier otra persona que desea transitar por las calles.
Al final, desde mi opinión, considero que la cantidad de topes es inversamente proporcional al nivel de educación vial de los ciudadanos, y a la falta de planeación de las autoridades, quienes colocan topes por doquiera, sin un análisis previo.
De ahí la importancia de una planeación urbana estratégica que esté alineada a los nuevos paradigmas urbanos que sitúan a las personas y su necesidades como principal prioridad y no las de los automotores.
Autora: Anel Mejía. Auxiliar de proyectos en Mapasin. Licenciada en Diseño Urbano y del Paisaje por la Universidad Autónoma de Sinaloa.