La infraestructura vial, debe ser prioridad a la hora de identificar los factores de riesgo en las urbes, dado que es la responsable de impulsar las altas velocidades, las ciudades han promovido el aumento de los vehículos con el incremento de la infraestructura vial enfocada solo al automóvil, creando un mayor número de barreras físicas dentro de las ciudades. No es coincidencia que en las ciudades en donde existen una mayor cantidad de puentes de este tipo son las ciudades con más peatones atropellados, esta razón está vinculada a la velocidad de los automóviles.
En México y Latinoamérica, la respuesta ante el problema de los atropellamientos ha sido la construcción masiva de puentes peatonales, los cuales son espacios percibidos como inseguros y de difícil acceso, razones por las que los transeúntes de las ciudades latinoamericanas asumen el riesgo que significa no utilizarlos y enfrentar el flujo vehicular.
Puebla se ha convertido en la primera ciudad mexicana en donde quedara prohibida la instalación de puentes peatonales, a razón de que son poco utilizados por la población. La implementación de puentes peatonales solo se permitirá al cruzar autopistas o vías de acceso controlado, así como barreras naturales como ríos, canales o barrancos.
Estas soluciones garantizan la movilidad y accesibilidad de todos los peatones, disminuyen la distancia recorrida por los transeúntes y disminuyen la velocidad de los automovilistas, además de que su aplicación y mantenimiento son de bajo costo.
Además de no ser obligatorio el uso de un puente peatonal cuando las condiciones físicas de la persona se le impidan, al existir una línea de paso segura y sencilla se dan las condiciones de seguridad y accesibilidad.