Esta encuesta busca evaluar la satisfacción y necesidades de los usuarios del transporte público en Culiacán mediante una muestra representativa, identificando preocupaciones clave como seguridad, tarifas y accesibilidad. Los resultados reflejan una alta insatisfacción, destacando problemas de frecuencia, comodidad, información y trato por parte de conductores. Ante la urgente necesidad de renovación del sistema, Mapasin impulsa esta iniciativa para basar las mejoras en datos concretos y garantizar soluciones efectivas centradas en los usuarios.
Las encuestas de satisfacción son una herramienta esencial para evaluar el transporte público, ya que revelan las necesidades reales de los usuarios en aspectos como calidad, seguridad, puntualidad y accesibilidad. En Culiacán (donde el sistema enfrenta retos de cobertura y eficiencia), este análisis no solo diagnostica problemas críticos, sino que guía políticas públicas más efectivas y promueve la rendición de cuentas. Al centrarse en la experiencia cotidiana de los ciudadanos, se garantiza que las mejoras sean inclusivas y prioricen la equidad, la sostenibilidad y el derecho a la movilidad.
Para determinar el tamaño de la muestra adecuada en la encuesta de satisfacción, es esencial estimar el número total de usuarios del transporte público en Culiacán.
Según datos de la Dirección de Vialidad y Transportes de Sinaloa, en junio de 2023, la ciudad contaba con 1,049 unidades de transporte público, de las cuales 616 estaban en operación, representando el 59% del total. En noviembre de 2024, se informó que el servicio operaba al 90% de su capacidad habitual debido a situaciones de inseguridad.
Aunque estos datos reflejan la cantidad de unidades en funcionamiento, no indican con exactitud cuántas personas usan el transporte público diariamente. No obstante, considerando que la población total de Culiacán es de aproximadamente 808,416 habitantes, y según el Censo de Población y Vivienda del INEGI 2020 el 30% de la población utiliza el transporte público a diario, se estima que hay alrededor de 242,525 usuarios diarios.
Datos clave:
Fórmula para muestra finita:
A partir de este cálculo, se determinó que era necesario realizar entre 400 y 450, sin embargo para aumentar la representatividad, se aplicaron finalmente 530 cuestionarios (200 en línea y 330 presenciales) para obtener resultado estadísticamente representativos, con un nivel de confianza del 95% y un margen de error del 5%. El periodo de aplicación de la encuesta fue del 21 al 31 de marzo del 2025, un total de diez días.
1.Frecuencia y puntualidad
2.Seguridad
3.Comodidad
4.Falta de información
5.Tarifas y relación costo-calidad
6.Atención de los conductores
Alto interés en la mejora de las unidades: se menciona constantemente la necesidad de vehículos en mejor estado, con aire acondicionado, asientos cómodos y mantenimiento adecuado.
Deficiencias en horarios y rutas: muchas quejas sobre la falta de horarios establecidos y tiempos de espera prolongados.
Inseguridad y mal servicio: se percibe una falta de respeto de los choferes hacia los pasajeros, además de poca seguridad en las unidades.
Uso de tecnología para mejorar el servicio: se mencionan soluciones como GPS, aplicaciones móviles y pago con tarjeta para optimizar el transporte.
Accesibilidad y equidad: Se enfatiza en transporte más seguro para mujeres y accesible para personas con discapacidad.
Análisis comparativo por género
1. Percepción general del servicio (escala del 1 al 5)
2. Seguridad
3. Comodidad
Conclusión por género: Las mujeres, que son el grupo mayoritario, presentan una percepción más negativa del servicio, especialmente en temas de seguridad, trato y comodidad.
Análisis comparativo por edad
1. Satisfacción con el servicio
2. Uso de tecnología
3. Frecuencia de uso y rutas
Conclusión por edad: Los jóvenes (18–30) muestran mayor insatisfacción y demanda de modernización, mientras que los adultos y mayores probablemente se enfocan más en la seguridad, claridad de información y accesibilidad.
Los hallazgos reflejan una crisis nacional del transporte público:
- INEGI (2022): Solo 1 de cada 3 usuarios en México considera adecuado el servicio, señalando problemas como sobrecupo, unidades deterioradas, inseguridad y falta de información.
- Impacto social: Las deficiencias afectan especialmente a mujeres, estudiantes y adultos mayores, exacerbando desigualdades en acceso a derechos y calidad de vida (Hidalgo & Huizenga, 2013).
Innovación tecnológica:
- El 83.8% de usuarios en Culiacán aceptaría usar apps móviles, alineado con recomendaciones de la UITP (2020) para implementar geolocalización, tarjetas inteligentes y sistemas digitales que mejoren eficiencia y transparencia.
La transformación del transporte público en Culiacán requiere soluciones integrales (desde mejoras en infraestructura hasta tecnología) para abordar tanto la crisis operativa como las brechas sociales.
La encuesta revela que el transporte público enfrenta serios retos que afectan la experiencia del usuario. Sin embargo, también se identifican oportunidades de mejora a través de tecnología, capacitación y modernización del servicio. Es fundamental que las autoridades y concesionarios atiendan estas problemáticas para mejorar la movilidad urbana y la calidad de vida de los usuarios.
El presente estudio sobre la percepción ciudadana del servicio de transporte público en Culiacán revela una experiencia mayoritariamente insatisfactoria entre los usuarios. La mayoría de los encuestados son personas jóvenes (de 21 a 30 años) y mujeres, quienes manifestaron preocupaciones recurrentes relacionadas con la falta de seguridad, incomodidad, falta de información clara, ineficiencia en los tiempos de espera y traslado, así como una atención deficiente por parte del personal conductor.
La percepción de comodidad también es baja: el 50.3 % calificó las unidades como incómodas o muy incómodas. Además, la percepción del servicio varía ligeramente según edad y género, siendo las mujeres y los grupos etarios jóvenes quienes expresan mayor insatisfacción general, especialmente en temas de seguridad.
Las respuestas abiertas confirman estas percepciones y detallan la necesidad urgente de mejorar condiciones físicas de los camiones, trato digno, respeto a los horarios, accesibilidad, tarifas más justas y mejores canales de información. También se destaca un alto interés (83.8 %) en el uso de tecnologías móviles para mejorar la experiencia de viaje, lo que representa una oportunidad clave para la innovación del sistema.
A partir del análisis de los datos y su comparación con la literatura científica, se pueden proponer diversas estrategias para mejorar el servicio de transporte público en Culiacán:
Mejorar la puntualidad del servicio. Implementar sistemas de monitoreo en tiempo real accesibles a los usuarios.
Incrementar medidas de seguridad. Instalación de cámaras de vigilancia y botones de pánico en unidades.
Optimizar la comodidad. Modernización de flotas, reparación de asientos y mejor ventilación.
Clarificar la información sobre rutas y horarios. Implementar una aplicación o plataforma web con información actualizada.
Capacitación de conductores. Mejorar la atención al usuario mediante capacitaciones en servicio y trato. Implementar programas obligatorios de formación para conductores sobre trato digno, conducción segura, respeto a los usuarios vulnerables (como estudiantes y mujeres) y cumplimiento de rutas y horarios.
Evaluar tarifas justas: considerar un ajuste de tarifas según la calidad del servicio ofrecido. Evaluar la implementación de tarifas diferenciadas para estudiantes, personas con discapacidad y familias de bajos recursos, en conjunto con un sistema de calidad del servicio.
Mejorar la infraestructura y condiciones del servicio. Renovar y mantener las unidades de transporte para asegurar limpieza, aire acondicionado funcional, asientos en buen estado y accesibilidad universal. Reforzar la instalación y señalización de paradas oficiales, garantizando su iluminación y seguridad.
Modernización tecnológica del sistema. Crear o fortalecer una aplicación móvil oficial que ofrezca información actualizada en tiempo real sobre rutas, horarios, tarifas y ubicación de unidades. Integrar sistemas de pago electrónicos (tarjetas o códigos QR) para facilitar el cobro y reducir conflictos relacionados con el dinero.
Seguridad y vigilancia. Instalar cámaras de seguridad dentro de las unidades y en paradas estratégicas, con monitoreo activo. Fortalecer la coordinación con autoridades para atender denuncias y garantizar entornos seguros para todos los usuarios.
Renovación y mantenimiento de unidades. Incorporación de aire acondicionado, mejora de asientos, señalización clara, y eliminación del polarizado excesivo.
Fortalecimiento de la infraestructura. Creación de paradas formales con techado, iluminación y señalización visible.
Modernización tecnológica. Implementación de sistemas GPS, apps móviles con información en tiempo real, y tarjetas inteligentes de pago.
Gestión transparente y ciudadanizada. Evaluar esquemas de administración con mecanismos efectivos de rendición de cuentas y denuncia.
Estas acciones podrían contribuir a un sistema más justo, eficiente y seguro, alineado con los estándares internacionales de movilidad urbana sostenible.
- Estudios longitudinales para evaluar el impacto de las mejoras implementadas en la percepción ciudadana y en el uso del transporte público.
- Investigaciones cualitativas a profundidad, como entrevistas o grupos focales, que permitan explorar con mayor detalle las vivencias de los usuarios.
- Análisis comparativos entre Culiacán y otras ciudades similares, para identificar buenas prácticas replicables.
- Evaluaciones técnicas del servicio, incluyendo mediciones objetivas de tiempos de espera, frecuencias reales y eficiencia operativa, que puedan contrastarse con las percepciones ciudadanas.