A comienzos del año la república mexicana cruzaba por una situación de sequía grave, hasta el 15 de mayo de 2025 el 67.8% de nuestro país estaba afectado por sequías desde moderadas a excepcionales lo que afectó a la agricultura, ganadería y el suministro de agua en varios estados. Con sequias históricas y muy intensas, con alrededor de 584 municipios con sequía y 508 anormalmente secos.
El área más afectada fue la zona norte del país, especialmente Chihuahua, Sinaloa, Durango, Sonora, Coahuila y Baja California. Con sequías de moderadas a excepcionales en el sistema de clasificación de la intensidad de la sequía que utiliza la Conagua y el Sistema Meteorológico: Anormalmente Seco (D0), Sequía Moderada (D1), Sequía Severa (D2), Sequía Extrema (D3), Sequía Excepcional (D4).

Sinaloa fue uno de los estados más afectados y todos sus municipios presentaban algún nivel de sequía hasta la primera quincena de mayo que iba desde la sequía moderada (D1) en 0.5% del territorio, sequía severa (D2) en un 7.8% del territorio, sequía extrema (D3) en un 58.7% del territorio y sequía excepcional (D4) en un 33.0% del territorio Sinaloense (Conagua, 2025).
Afortunadamente la sequía en México tuvo un retroceso significativo durante la temporada de lluvias de 2025, principalmente gracias a las fuertes precipitaciones registradas en esta temporada.
La temporada de lluvias comenzó el 15 de mayo en el océano Pacífico y el 1 de junio en el océano Atlántico.
El Servicio Meteorológico Nacional (2025) reportó que junio de 2025 fue el mes más lluvioso desde 1941, lo que contribuyó a aliviar las condiciones de sequía en gran parte del país.
De mayo a septiembre, el país tuvo condiciones de lluvia constantes y favorables, tanto que varias presas de diferentes estados recuperaron su almacenaje hasta en un 100 por ciento.

Sin embargo, también hubo ciudades y poblaciones que fueron afectadas por las condiciones atmosféricas, debido a fuertes inundaciones que generaron afectaciones a infraestructura y viviendas.
La temporada de lluvias de este año se mantuvo dentro de la temporada regular, sólo que presentó un fenómeno conocido como El Niño-La Niña neutrales, lo que ha favorecido una temporada activa en ambos litorales, con mayor frecuencia y acercamiento de ciclones tropicales (El economista, 2025).
El Niño suele ocurrir en las partes noroeste y norte de México y un poco en la parte central. Pero el fenómeno de La Niña es más común en la región central sur.
Para finales de julio de 2025, el porcentaje del territorio mexicano con algún grado de sequía (de moderada a excepcional) había bajado a 15.9%, una reducción notable en comparación con meses anteriores.
Para octubre el porcentaje de afectación por sequía redujo considerablemente y actualmente al 15 de octubre de 2025, el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) a nivel nacional fue de 7.5%. una gran mejora tomando en cuenta que los primeros meses del año más de la mitad del país estaba afectado por sequías.
De esta manera la recuperación en los municipios fue también muy buena pasando de 584 municipios con sequía a 93 y de 508 municipios anormalmente secos a 326.
Sin embargo, para el 30 de noviembre la situación de sequía se está asomando de nuevo en el país, el Monitor de Sequía de México establece que 11.2 por ciento del territorio nacional se encuentra anormalmente seco (D0), 7.2 por ciento tiene sequía moderada (D1), 3.1 por ciento con sequía severa (D2), 0.2 por ciento sequía extrema (D3) y 0.1 por ciento sequía excepcional (D4).

Los estados con mayor número de municipios afectados son Tabasco (94.1 por ciento), Coahuila (71.1 por ciento), Sinaloa (38.9 por ciento) Campeche (38.5 por ciento), Tamaulipas (23.3 por ciento) y Sonora (20.8 por ciento).
Además, se espera que se presente de nuevo el fenómeno de la niña el cual traerá consigo condiciones de sequías y lluvias torrenciales.
Esperemos que las condiciones climáticas y las lluvias del año entrante sean igual de abundantes para que las presas y otros municipios continúen recuperándose, sin embargo, no es solamente esperar lluvias y fenómenos naturales que nos beneficien, la realidad es que debemos de cuidar el agua y dar un buen manejo a este recurso en diferentes áreas productivas y de consumo como la agricultura en donde radica el mayor porcentaje de agua que se utiliza, ganadería, industria y en el abastecimiento público.
Debemos de invertir en fondos para el agua y recuperar cuencas degradadas, además de contribuir para reducir el avance del cambio climático el cual afecta las condiciones del clima directamente.
