Si eres motociclista, hoy te queremos compartir información sobre cómo puedes saber si tu casco es seguro.En México, el crecimiento acelerado del parque de motocicletas ha traído consigo un aumento preocupante en las muertes y lesiones de motociclistas. Tan solo en 2020, los motociclistas representan una de cada cuatro víctimas mortales por siniestros viales, según datos del Instituto de políticas Públicas para el Transporte y el Desarrollo ITDP. Por lo anterior, el casco se convierte en la primera línea de protección; pero no cualquier casco: este tiene que estar certificado.
De acuerdo con la Coalición del Casco (red que impulsa la seguridad vial en México), aunque más del 90% de las personas en motocicleta usan casco, una parte importante lo hace con cascos inseguros, que no cumplen con estándares internacionales.
El problema:
Falta de información: el 35% de motociclistas encuestados no sabe si su casco cumple con normas de seguridad.
Acceso limitado: los cascos certificados suelen tener precios elevados, mientras que en el mercado abundan modelos no homologados que se venden incluso más caros que algunos certificados.
Un casco sin certificación puede astillarse en un choque, causar lesiones craneoencefálicas o generar una falsa sensación de seguridad, exponiendo a la persona motociclista a mayores riesgos.
La Norma Oficial Mexicana NOM-206-SCFI/SSA2-2018 establece que los cascos deben cumplir con estándares internacionales como:
- ECE/ONU R22.05 o R22.06: usada en Europa y considerada de las más estrictas.
- DOT (FMVSS 218): estadounidense, aunque con controles más laxos.
- NOM 206: certificación mexicana que retoma criterios de ONU y DOT, pero con un proceso de laboratorio más riguroso.
Al comprar, revisa que el casco tenga la etiqueta oficial de certificación visible y legible, y que esté completo (no stickers falsos o sin respaldo). Además, debe ajustarse bien a la cabeza y estar correctamente abrochado.
El estudio realizado por el ITDP México, analizó más de 2,000 cascos en plataformas como Amazon y Mercado Libre y encontró que:
Los cascos con certificación tenían un precio promedio de $2,795 pesos.
Los cascos sin certificación costaban en promedio $1,917 pesos, aunque no garantizan seguridad.
Existen opciones más accesibles, incluso desde $900 pesos con certificación DOT, lo que demuestra que sí es posible encontrar modelos seguros a precios razonables.
Como antecedente, de acuerdo con datos de la Secretaría de Administración y Finanzas (SATES), en 2019 se registraban 135,785 motocicletas en todo el estado.
Para 2025, según la Dirección de Vialidad y Transportes del Gobierno del Estado de Sinaloa, en los municipios de Mazatlán, Los Mochis, Guasave, Guamúchil, Navolato y Culiacán se contabilizan 205,929 motocicletas, mientras que en 2019 en estas mismas ciudades había 107,430 unidades. Esto representa un incremento del 92% en el parque vehicular de motocicletas en los últimos seis años.
En cuanto a la formalización de conductores, la misma dependencia informa que se han otorgado 37,145 licencias para usuarios de motocicleta, con vigencia de entre 2 y 4 años.
Respecto a la seguridad vial, durante el primer semestre de 2025 los motociclistas representaron el 25% de las muertes por siniestros viales en la ciudad de Culiacán, lo que refleja su alta vulnerabilidad en el tránsito.
En relación con el uso del casco, no existen estudios ni datos oficiales específicos para Culiacán que permitan dimensionar el nivel de cumplimiento. Sin embargo, es de conocimiento público que en los últimos meses la policía de tránsito ha intensificado los operativos para hacer cumplir la ley y sancionar a quienes circulan sin esta protección.
Ante este panorama, resulta urgente implementar una estrategia integral en la que participen sociedad civil, empresas y autoridades de gobierno, no solo para promover el uso del casco, sino también para garantizar que estos sean cascos certificados, seguros y accesibles para toda la población motociclista.
La Organización Mundial de la Salud estima que usar un casco certificado reduce en 72% el riesgo de lesiones graves y en 39% la probabilidad de muerte en caso de siniestro. Por ello, elegir un casco homologado no debe verse como un gasto, sino como una inversión en vida.
En un país donde el 25% de las muertes viales corresponden a motociclistas, usar y exigir cascos certificados es un acto de responsabilidad individual y colectiva. Informarse, revisar las etiquetas y adquirir un casco que cumpla con la NOM o con la certificación ECE es el primer paso para una movilidad más segura.