Las lluvias intensas ya no son una sorpresa, pero lo que debería preocuparnos más es lo predecible que se ha vuelto que nuestras ciudades se inunden. ¿Por qué ocurre se inundan las ciudades y cómo puede el urbanismo ayudar a prevenirlo más alla del drenajo?
Uno de los principales factores es la excesiva impermeabilización del suelo. Las ciudades están llenas de pavimento, asfalto y concreto que impiden que el agua se infiltre naturalmente en el subsuelo. A medida que crecen las zonas urbanizadas, se reducen las áreas verdes, los cuerpos de agua (como ríos y arroyos) y los suelos naturales que permiten absorber y filtrar la lluvia.
Muchas ciudades han crecido con expansión desordenada y sin respetar la vocación natural del suelo (como es el caso de Culiacán). Se construyen viviendas y vialidades en cauces naturales, zonas de escurrimiento o humedales, lo que no solo reduce su capacidad de absorción, sino que expone a la población a un riesgo mayor.
El drenaje pluvial suele ser la primera solución que se menciona, pero no puede actuar solo. El diseño urbano tradicional prioriza infraestructuras grises (tuberías, canales, presas), mientras deja de lado las infraestructuras verdes, como jardines de lluvia, techos verdes, parques inundables y pavimentos permeables.
Además de modernizar y dar mantenimiento a los sistemas de drenaje, el urbanismo puede ofrecer soluciones integrales y resilientes al cambio climático:
Reverdecer la ciudad: Aumentar áreas verdes urbanas que puedan absorber el agua, como parques, camellones arbolados y corredores ecológicos.
Infraestructura azul-verde: Integrar lagunas de retención, canales abiertos y sistemas de captación de agua de lluvia que trabajen junto con la naturaleza, no en su contra.
Rediseñar calles y banquetas: Implementar pavimentos permeables y jardines de lluvia que permitan el escurrimiento y filtrado del agua en sitio.
Planificación territorial: Evitar construir en zonas de riesgo, recuperar cauces y respetar las dinámicas hidrológicas de los territorios.
Educación y gobernanza urbana: Fomentar una cultura de cuidado del agua, y fortalecer los marcos legales y de gestión urbana para responder al reto climático.
Las inundaciones no son solo un problema de lluvias intensas, sino de cómo están diseñadas nuestras ciudades. Pensar desde el urbanismo permite no solo contener el agua, sino convivir con ella de forma segura y sostenible. Adaptar nuestras ciudades al cambio climático exige rediseñarlas con visión de futuro, integrando soluciones basadas en la naturaleza y en la equidad urbana.