Espacio público seguro: Intervenciones urbanas para prevenir la violencia de género | Mapasin

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El espacio público es un componente clave para la convivencia en las ciudades, pero su diseño y uso no siempre tienen en cuenta las necesidades de todas las personas, particularmente de las mujeres. La violencia de género en el espacio público es una de las manifestaciones más visibles de la desigualdad y, para abordarla de manera efectiva, es necesario comprender cómo la ciudad puede convertirse en un espacio más seguro e inclusivo. En este contexto, el urbanismo con perspectiva de género propone intervenciones urbanas que modifican el diseño y uso de los espacios públicos para prevenir la violencia y garantizar el derecho de las mujeres a transitar de manera libre y segura. Autoras como Jane Jacobs, Saskia Sassen, Carme Miralles y otras voces del urbanismo han sido clave en la crítica al modelo urbano tradicional y en la generación de nuevas propuestas que busquen transformar el espacio público en un lugar accesible, seguro y equitativo para las mujeres.

 

 

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Jane Jacobs y su crítica al urbanismo moderno.

La obra de Jane Jacobs, en su crítica al urbanismo moderno, subraya la importancia de la vitalidad y la presencia constante de personas en las calles para garantizar la seguridad de los espacios públicos. Para Jacobs, una ciudad segura es aquella en la que las calles están llenas de actividades diarias, lo que crea una sensación de vigilancia natural entre los habitantes. En este sentido, la "vigilancia natural" que proponen las calles vivas contribuye a reducir la violencia y la inseguridad, ya que la presencia de diversas personas, especialmente mujeres, se convierte en un factor disuasivo ante posibles agresores.

 

 

Saskia Sassen y las desigualdades sociales provocadas por el espacio público.

Por su parte, Saskia Sassen pone énfasis en la relación entre el espacio urbano y las desigualdades sociales, destacando cómo la distribución del espacio en la ciudad refuerza las jerarquías de género y poder. La infraestructura urbana, según Sassen, no solo es un reflejo de las dinámicas sociales, sino también un factor activo que puede perpetuar o mitigar la violencia de género. En este sentido, el diseño de espacios públicos con perspectiva de género se convierte en una herramienta clave para transformar las relaciones de poder en la ciudad.

 

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Carme Mirallles y el urbanismo que atiende las necesidades de las mujeres.

Desde una perspectiva latinoamericana, la intervención de autoras como Carme Miralles y Margarita Martínez resalta la necesidad de construir ciudades más inclusivas. Carme Miralles propone un urbanismo que no solo atienda las necesidades de las mujeres, sino que también las ponga en el centro del diseño urbano, promoviendo la participación de las mujeres en el proceso de planificación urbana. Según Miralles, las intervenciones urbanas que buscan prevenir la violencia de género deben considerar tanto la visibilidad de las mujeres en los espacios públicos como la eliminación de áreas que favorezcan la clandestinidad y la violencia, como pasajes oscuros y mal iluminados.

Por su parte, Margarita Martínez argumenta que la seguridad de las mujeres en el espacio público está directamente relacionada con la accesibilidad y la iluminación de los espacios urbanos. En este sentido, propone diseñar espacios públicos que sean accesibles para todas las mujeres, independientemente de su contexto social, económico o físico, con infraestructuras adecuadas que permitan su libre circulación sin miedo.

 

 

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¿Qué sucede en América Latina?

En América Latina, la implementación de políticas de espacios públicos seguros debe ser vista como un acto de justicia social. Las ciudades latinoamericanas, muchas de ellas caracterizadas por altos índices de violencia de género, deben integrar estos enfoques para ofrecer entornos urbanos donde las mujeres se sientan seguras para habitar las calles sin miedo. La clave está en un urbanismo que integre las voces de las mujeres y las experiencias de violencia y opresión que enfrentan diariamente en los espacios públicos.

La transformación del espacio público en un entorno seguro para las mujeres es una tarea urgente que debe ser abordada desde un enfoque de urbanismo feminista y con perspectiva de género. Las intervenciones urbanas que consideran la seguridad, la accesibilidad y la participación activa de las mujeres en el diseño y uso del espacio público son fundamentales para prevenir la violencia de género en las ciudades. Pensar las ciudades como espacios inclusivos, dinámicos y seguros no solo responde a una necesidad de justicia social, sino también a una visión de una sociedad más equitativa. El trabajo de autoras como Jane Jacobs, Saskia Sassen, Carme Miralles y Margarita Martínez nos invita a repensar la ciudad, reconociendo el derecho de las mujeres a vivir sin miedo y a ocupar cada rincón de la ciudad con libertad y dignidad.

 

 


Autora: Gloria Morales. Ejecutiva de educación y comunicación de Mapasin. Licenciada en Arquitectura por la Universidad Autónoma de Sinaloa. MC. en Arquitectura y Urbanismo por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Profesora e investigadora en temas urbanos.

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