Conoce la “Carta por el derecho de las mujeres a la ciudad” | Mapasin

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En el marco del Día Internacional de la Mujer, quisiera compartir contigo la “Carta por el derecho de las mujeres a la ciudad”, la cual es el resultado de la participación de las asistentes a una serie de foros y talleres que se llevaron a cabo en diversas partes del mundo durante el 2004 gracias a la coordinación de organizaciones no gubernamentales e instituciones como ONU Habitat.   derecho a la ciudad  

Para conocer más sobre ella solo da clic en el siguiente enlace: Carta por el Derecho de las Mujeres a la Ciudad.

  Por si no conoces la carta en mención aquí te comparto un breve resumen de este escrito publicado en los inicios de este Siglo.

Carta por el Derecho de las Mujeres a la Ciudad.

Como es sabido, las mujeres son las más afectadas por un modelo económico que constantemente las excluye de sus beneficios y por el contrario debilita sus derechos al pensar en ellas como mano de obra barata para el funcionamiento de la economía en el mundo, al mismo tiempo, ellas asumen el costo social de la privatización de los servicios públicos que anteriormente eran responsabilidad de los Estados.   

¿Por qué presentar una carta así?

Aportar una nueva interpretación del mundo y la sociedad al poner bajo escrutinio la subordinación de las mujeres como sustento de las relaciones sociales y otorgar así nuevos contenidos a conceptos como democracia, ciudadanía y participación (Hábitat II, 46 e).  El derecho a la ciudad y el acceso a los bienes y servicios de la misma, es uno de los derechos que también se debe hacer valer para las mujeres.  A lo largo de la historia, las mujeres siempre han aportado a la construcción de asentamientos humanos. No obstante, la planificación de dichos asentamientos han excluido históricamente en su planeación las necesidades de las mujeres en desiciones que afectaron y siguen afectando sus vidas. Existe una gran brecha entre lo pronunciado y lo ejecutado. En la práctica, hace falta efectividad los mecanismos de ejecución, hace falta mayor inversión económica y darle seguimiento a su cumplimiento. En la presente Carta Internacional por el Derecho de la Mujer a la Ciudad”, se propone resaltar los desafíos aun pendientes para lograr las ciudades equitativas y democráticas que todas las personas aspiramos. Retoma asimismo la Carta Europea de la Mujer en la Ciudad (1995) y las declaraciones del Encuentro “Construyendo ciudades por la Paz” y la Declaración de Montreal sobre la seguridad de las mujeres (2002).  Sumando esfuerzos entre mujeres de todos los países y regiones, evaluando los resultados, respetando la diversidad (clase social, etnia, edades, nacionalidad, cultura) y acordando intereses en pos de lograr un mundo donde la diferencia sexual no se traduzca necesariamente en desigualdad social.   

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¿Cuál es el problema?

Las mujeres y la gestión democrática de la ciudad. 

La integración sistemática de las mujeres fortalece los cimientos democráticos, la eficiencia y la calidad de los gobiernos locales (Declaración Mundial de IULA sobre las Mujeres en el Gobierno Local; 1998). Realidad:
  • El porcentaje de participación de las mujeres en los máximos cargos ejecutivos y de decisión política en los gobiernos de las ciudades de todos los países, no es equitativo, Ya que las mujeres como sujetos políticos carecen en la práctica una posición de igualdad. 
  • El trabajo no remunerado en la comunidad, en particular en los sectores más pobres de las ciudades es realizado por mujeres, derivado de la privatización y/o reducción de los servicios públicos, y normalizado como extensión del trabajo doméstico y privado asignado históricamente a las mujeres.
 

La participación en la planificación urbana y territorial. 

Formular y reforzar políticas y prácticas para promover la plena participación y la igualdad de la mujeres en la planificación de los asentamientos humanos. Realidad:
  • Del contexto y entorno físico donde viven, trabajan y sueñan, las mujeres son más del 50% de la población de las ciudades y han asumido históricamente un rol protagónico en los movimientos sociales urbanos en la defensa de la tierra, la vivienda y los servicios.
  Conoce la “Carta por el derecho de las mujeres a la ciudad”  

Las mujeres y el derecho a una ciudad sustentable. 

El acceso a los servicios públicos urbanos.

Las mujeres son las principales usuarias de los servicios y equipamientos urbanos, ya que no obstante su incorporación al trabajo remunerado, la división del trabajo en el hogar no se ha modificado y continúan siendo las principales responsables de las actividades domésticas e intermediarias de las necesidades familiares. Las distancias entre la vivienda, el empleo y otras actividades urbanas con sus consecuencias en el uso de su tiempo, y es uno de los principales obstáculos de las mujeres para su autonomía y ciudadanía activa.  Realidad:
  • Las políticas urbanas y habitacionales continúan en gran medida, asumiendo en la práctica, un concepto limitado de vivienda sin considerar la dinámica de dependencia de la vivienda con el acceso al empleo, los servicios públicos, las redes de infraestructura, la calidad ambiental, con consecuencias para la vida de la población y especialmente para las mujeres. 
 

 Las condiciones de seguridad en la ciudad. 

La violencia que se experimenta o se percibe, ejerce un efecto de restricción para el acceso, uso y apropiación de la ciudad por parte de la ciudadanía y en especial de las mujeres, convirtiéndose en uno de los obstáculos más importantes para sus desplazamientos y por lo tanto su autonomía.  Realidad:
  • Se invisibiliza la inseguridad que afecta específicamente a las mujeres, no solo la violencia en el ámbito privado sino la violencia de género en la ciudad. Criminalidad que no siempre es denunciada y menos aún sancionada, como es posible verificarlo con el índice de impunidad de estos casos.
  • Es poco reconocida y tenida en cuenta por la planificación urbana, la vinculación entre prevención del delito y las condiciones y diseño de la ciudad y sus espacios públicos. 
 

La movilidad de las mujeres en la ciudad. 

En general, el transporte público es utilizado mayoritariamente por las mujeres, quienes no se suelen desplazar con niños pequeños, personas convalecientes o adultos mayores. Las condiciones del transporte público, su trazado, condicionan las decisiones de las personas respecto a las actividades a realizar por los costos económicos y de tiempo. Al mismo tiempo, los desplazamiento de las mujeres en la ciudad son diferentes a la de los hombres por la necesidad de compatibilizar el trabajo remunerado y doméstico.  Realidad:
  • Las necesidades diferenciadas de varones y mujeres en los desplazamientos en la ciudad no son consideradas en las políticas de transporte público. Lo anterior también provoca que en los sectores más pobres, se incrementa la exclusión social, aislando las mujeres en sus viviendas y barrios. 
 

El acceso a la vivienda propia. 

En la mayoría de los países hay avances en cuanto a las leyes que reconocen a las mujeres el derecho a la propiedad y a la herencia. La mayoría de las constituciones de los países no restringe la equidad jurídica entre hombres y mujeres, y protegen el derecho a la propiedad.   Realidad:
  • Aún persisten prácticas culturales y mecanismos que limitan la aplicación de las leyes. Las mujeres de sectores pobres, solas con hijos, desplazadas forzosamente, mujeres migrantes, indígenas y afrodescendientes, sufren falta de oportunidades y discriminaciones para el acceso a la tenencia segura de la vivienda, o a subsidios y créditos.
  • Las mujeres en un alto porcentaje no cumplen con los criterios de elegibilidad para el acceso a la vivienda subsidiada o subvencionada. Estos presuponen ingresos regulares y empleos formales, mientras que los ingresos de las mujeres suelen provenir de empleos informales e inestables. 
 

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Propuesta.

En el marco del Foro Mundial de Mujeres en el contexto del Foro Mundial de las Culturas. En la ciudad de Barcelona, julio 2004. Se realiza la siguiente propuesta:  Ratificando las distintas declaraciones de las organizaciones feministas y de mujeres a nivel internacional, en las distintas conferencias de Naciones Unidas.   Conoce la “Carta por el derecho de las mujeres a la ciudad”  

Las mujeres hacen un llamado a la acción y dicen que es necesario: 

  • Legislaciones afirmativas, Ley de Cuotas o Cupos, que garanticen la participación de las mujeres en el gobierno local en los máximos ámbitos de decisión.
  • Institucionalizar en la estructura del gobierno local de las ciudades áreas de la mujer con presupuesto propio, que garanticen la transversalización de género en todas las áreas del quehacer municipal y en las políticas públicas, programas y planes de gobierno.
  • Garantizar la participación efectiva de las mujeres en las decisiones sobre la ciudad, en el ordenamiento del medio ambiente y en el desarrollo local.
  • Implementar políticas públicas que aporten a transformar la división del trabajo en el mundo privado.
  • Elaborar presupuestos participativos sensibles al género.
  • Incorporar a las estadísticas oficiales encuestas sobre el uso del tiempo, que visibilicen el aporte económico de las mujeres, que realizan a través de la producción de bienes y servicios en el hogar y de las actividades comunitarias y políticas sociales, basadas en el tiempo y trabajo no remunerado de las mujeres.
  • Desarrollar indicadores urbanos de género, que permitan conocer la calidad de vida en la ciudad de ciudadanos y ciudadanas, a través del acceso a distintos servicios.
 

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Ciudades sustentables como un derecho humano. 

Para hacer efectivo, las mujeres hacen un llamado a la acción y dicen que es necesario: 
  • Implementar políticas de vivienda que contemplen la inserción social diferenciada de las mujeres.
  • Desarrollar una política de descentralización funcional, que considere la distribución equitativa en el territorio de los servicios y equipamientos urbanos.
  • Priorizar la creación de infraestructuras, servicios y equipamientos destinados a todas las personas (infancias, personas adultas mayores y personas con discapacidad) cuyo cuidado ha sido y continúa siendo responsabilidad de las mujeres.
  • Transporte público seguro y adecuado a los requerimientos de movilidad de las mujeres.
 

Ciudades seguras para las mujeres, ciudades seguras para todos. 

  • Diseñar políticas públicas de seguridad urbana que prevengan la violencia de género.
  • Integrar la seguridad urbana como atributo del espacio público en la planificación de la ciudad.
  • Promover campañas de sensibilización sobre la violencia de género en el marco de los derechos humanos.
 

Reflexión.

A pesar de que esta carta se realizó hace casi 20 años, desafortunadamente tiene vigencia ya que los derechos de mujeres en el mundo siguen sin garantizarse. Por lo anterior creo necesario hacer los siguientes compromisos desde la trinchera en la que cada uno de nosotros estamos:
  • Crear compromisos con gobiernos locales para priorizar la capacitación de funcionarios, técnicos y profesionales, en perspectiva de género.
  • Considerar al sector educativo en general y las universidades en particular en este compromiso, para promover desde las distintas disciplinas y particularmente la arquitectura y la planificación urbana, incorporar la perspectiva de género como parte constitutiva del conocimiento disciplinar.
  • Sumar a los medios de comunicación, para comprometerse para constituirse en los principales difusores de una cultura de la equidad entre varones y mujeres y de perspectiva de género.
  • Generar entre varones y mujeres compromisos para trabajar conjuntamente para crear una sociedad global, justa, equitativa y solidaria. 
En conclusión la organización del espacio urbano como expresión de las relaciones sociales y de género, puede y debe promover los cambios culturales necesarios para garantizar nuestro derecho a la ciudad como mujeres para que así todo esto solo sea un recuerdo en el anecdotario de las futuras generaciones.  

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Gloria C. Morales Fonseca
Autora: Gloria Morales. Licenciada en Arquitectura por la Universidad Autónoma de Sinaloa. MC. en Arquitectura y Urbanismo por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Profesora e investigadora en temas urbanos.

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