Movernos en la ciudad cuesta vidas humanas. Según el
Informe de Seguridad Vial en México 2017, alrededor de 16 mil personas mueren al año en las vías, siendo peatones los usuarios más vulnerables, quienes representan el 65.4% de las muertes por siniestros viales.
La mayoría de estas muertes son prevenibles, para ello, debemos atender diversos factores, los cuales hemos ignorado en relación a la seguridad vial. Factores considerados clave según expertos, tales como
el aumento inmensurable de automóviles en las calles.
Culiacán alcanzó al 2015 un total de 905 mil 265 habitantes y actualmente tiene una de las tasas de motorización más alta a nivel nacional. De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) su parque vehicular asciende a 470 016
3 unidades, siendo un promedio de 1 carro por cada 2 personas.
El crecimiento exponencial de infraestructura y desarrollo orientado a automóviles en las ciudades, es otro de los factores que incide en la seguridad vial, vemos cada vez más pasos a desnivel, pasos subterráneos y el fomento al uso y la normalización de
puentes anti peatonales.
Otro factor es la
falta de infraestructura segura para las y los usuarios más vulnerables, peatones, personas con discapacidad y ciclistas. Las malas condiciones y falta de accesibilidad universal en banquetas impiden garantizar el derecho a la ciudad a dichos usuarios. El 31.1% de la población con discapacidad señala que una de las principales problemáticas que enfrentan se da por calles, instalaciones y transportes inadecuados.
La falta de regulaciones para moderar las velocidades en zonas urbanas es otro factor que incide directamente en la seguridad vial.
La velocidad mata y debemos regularla. Según datos de
Liga Peatonal, un peatón atropellado a 30 km/hr tiene 90% de probabilidades de sobrevivir, contrario a uno atropellado a 60 km/hr donde solo tiene el 10% de probabilidades.
Existen diferentes dispositivos para el control de velocidad, entre ellos, el diseño de las vialidades, buscando intersecciones que permitan a las personas cruzar de manera segura; la aplicación de reglamentos, pudiendo estos últimos echar mano de dispositivos tecnológicos como las “cámaras salva vidas” o bien, su nombre menos comercial “foto – multas”.
En una ciudad como Culiacán, donde el exceso de velocidad es un problema grave y común, las autoridades pueden y deben establecer políticas que establezcan y hagan cumplir reglamentos como límites de velocidad más bajos. De igual forma los conductores deben respetar los límites de velocidad y a los usuarios más vulnerables de la vía.
Recordemos que
todos los viajes comienzan y terminan siendo peatón. Es urgente y necesario repensar la forma en que nos movemos, urgente y necesario realizar proyectos que prioricen la seguridad vial, que garanticen a dichos usuarios la certeza de desplazarse en las calles de una manera segura y cómoda, así como disminuir de manera radical el uso de vehículos para desplazarse, promoviendo con ello la reducción de hechos de tránsito y mejora de la calidad del aire, al disminuir la emisión de partículas contaminantes.
Luis Angel González