“La ciudad de Culiacán está muy bonita y tiene espacios muy bonitos para visitar a pie o en bicicleta; en carro no disfrutas el paisaje, no puedes llegar y descansar o disfrutar de un lugar bonito. Siento que eso le falta mucho a Culiacán, o más bien a las personas que viven aquí, disfrutar los paisajes viajando en bicicleta”, comenta.La idea de utilizar este vehículo de doble rueda como medio de transporte surgió por necesidad, para ganar tiempo y ahorrar dinero.
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El estudiante costea sus estudios y gastos personales trabajando en una carreta de dulces en la colonia La Campiña, de dónde sale a las 22:00 horas. Gran parte de su salario va en el pago de camiones, y por la noche en viajes a través de plataformas como Uber o Didi, horario en el que incrementa la tarifa y el tiempo de espera alcanza los 20 minutos. Para llegar a la parada de la ruta Campiña, Óscar tenía dos opciones: caminar 15 ó 20 minutos para abordar el camión, o bien, pagar otro camión que lo acercara a esa parada. Optaba por la primera y posteriormente hacía cerca de media hora a su trabajo.“Ahorré y me compré la bicicleta. A parte que hago actividad física, es más económico”, comenta.Ahora, el joven de 23 años redujo a 15 minutos el trayecto a su trabajo.
"Muchas veces no hay buena iluminación o alumbrado público y los automovilistas no te ven, es importante tomar precauciones".- Buscar estar muy hidratado.
"Traer siempre algún termo. Puedes aprovechar además para buscar un buen lugar, un bonito paisaje para hidratarte y descansar".- ¡Cuidado con los camiones!
"Los camiones realizan paradas continuas, debes tomar precauciones y a veces es tomar otras rutas para viajar seguro".- Planea tus rutas.
"Antes de salir a un lugar planifica tus rutas y con esto las rutas alternas que puedes utilizar".
"¡Anímate! A pesar de todo lo que se dice, Culiacán es muy bonito, ya sea recorrido a pie o en bicicleta".
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La experiencia de Óscar es un ejemplo de como el transporte público no suele satisfacer las necesidades de horario ni económicas de los usuarios. Y es ahí donde la bicicleta ofrece esta clase de libertad en cuanto a disponibilidad y gasto monetario. Mostrándose como un modo de transporte noble y alternativo para suplir necesidades de desplazamiento dentro de la ciudad.