Día de muertos: una tradición mexicana que da vida al espacio público | Mapasin
El día de muertos tiene sus orígenes tanto en las civilizaciones prehispánicas como en algunas celebraciones cristianas europeas, sin embargo, todos estos orígenes tienen en común que esta celebración ha tenido mayormente como escenario el espacio público.Es bien sabido que una de las actividades centrales de esta festividad es la de erigir altares en memoria de los muertos quienes fueron nuestros familiares y amigos. Al día de hoy, muchos de estos altares se presentan en casas o espacios privados. Pero también los podemos encontrar en los panteones, calles y plazuelas.
El olor a la flor de cempasúchil siempre evoca en mí, memorias de mi infancia en casa de mi abuela materna en la Ciudad de México. Recuerdo el olor a incienso, a mandarina y el ruido de las campanas de la iglesia anunciando las misas en celebración del día de los fieles difuntos y de todos los santos.Viví mi infancia durante esas temporadas entre los tianguis y mercados asentados sobre las calles, banquetas y plazas; oliendo las calaveritas de chocolate y las de azúcar, y pisando los pétalos de cempasúchil que llenaban el piso del espacio público, aquellos que parecían que entre más los pisaba más olor desprendían.Me gustaba acompañar a mi abuela en sus compras para el altar que hacía en memoria de su papá y de su hermano mayor. Recuerdo que la comida la servía en una pequeña y curiosa vajilla de barro que probablemente compró en un uno de los muchos tianguis de la ciudad, pero que para mí era un complemento ideal para jugar al té. Para mí, esta será una celebración siempre ligada al recuerdo de mi querida abuela.
Día de muertos en el espacio público.
Mientras escribo estas líneas vienen a mi mente las imágenes, ruidos y olores de la calle en esta celebración. La fuerte apropiación del espacio público desde nuestra identidad como mexicanos y la buena relación que tenemos con el concepto de la muerte desde tiempos ancestrales.Hoy en día como arquitecta y urbanista, alcanzo a percibir y comprender mejor la importancia de esta milenaria tradición mexicana que irónicamente al celebrar la memoria de los muertos da vida al espacio público a través de la identidad, apropiación, expresión y cohesión social que genera. El Día de Muertos, es una celebración a la memoria y un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido.
Tanto esta como las demás tradiciones mexicanas, son elementos aliados de nuestra ciudad para darle vitalidad al espacio público. Esta vitalidad es de suma importancia, ya que si contamos con espacios públicos vitales, entonces contaremos con espacios libres de violencia, seguros, confortables y habitables.Las tradiciones, sobre todo las que tienen presencia en el espacio público, siempre nos darán un sentido de pertenencia que nos motivará a cuidar el espacio que habitamos y tener así de a poco una mejor ciudad.
Gloria Morales. Licenciada en Arquitectura por la Universidad Autónoma de Sinaloa. MC. en Arquitectura y Urbanismo por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Profesora e investigadora en temas urbanos.