5 formas en las que la infraestructura puede crear buenas conductas ciudadanas

Cuando las personas llegan tener conductas indeseadas o con falta de civismo, usualmente las culpamos por su comportamiento indebido. Sin embargo, lo que no alcanzamos a ver, es que a veces cuando las personas tienen conductas indebidas cuando tienen alguna necesidad no resuelta.

Por ejemplo, en ocasiones las personas tiran la basura en la calle porque no encuentran un bote de basura cerca o que el que tienen a disposición ya está desbordando de basura. No estamos justificando el tirar basura a la calle, pero tal vez si a las personas se les resolviera la necesidad de tener cerca un bote de basura, entonces no la tirarían a la calle.

Algo parecido sucede con la movilidad urbana y la infraestructura en la que se desenvuelve.

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1. Rotondas

Las rotondas son infraestructura urbana que se utilizan en cruceros que pueden llegar a ser conflictivos y en donde se pueden dar siniestros viales. Se recurre a ellas ya que son elementos que ayudan a disminuir las velocidades de los vehículos automotores y por tanto ayudan a disminuir la cantidad de siniestros viales.

Fotografía: José Betanzos (Los Noticieristas)

2. Pasos a nivel de banqueta

Esta infraestructura está pensada en la seguridad y accesibilidad del peatón. Suele ser el sustito de los puentes antipeatonales. El paso peatonal hace que los automovilistas reduzcan su velocidad, se detengan y den la prioridad al paso del peatón sin necesidad que exista algún semáforo o un agente de tránsito.

Fotografía: Revista Espejo

3. Banquetas

La manera en la que las personas le darán el uso correcto a las banquetas dependerá en principio de la presencia de estas y después de su correcto diseño. Es decir; banquetas lo suficientemente amplias, con rampas de accesibilidad, que no estén invadidas y que no estén alteradas por los vecinos propietarios de viviendas o locales. Ya que cuando una banqueta suele estar invadida, mal diseñada o no existe, es cuando los peatones recurren a comportamientos inadecuados que ponen en riesgo su vida al no tener una infraestructura que lo proteja.

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4. Ciclovías

Este tema se parece un poco al acertijo de que fue primero el huevo o la gallina, a veces se dice que si no hay suficientes ciclistas urbanos entonces no hay necesidad de infraestructura ciclista, o también se dice que para que haya más ciclistas urbanos debe haber infraestructura ciclista. Lo cierto es, que todos los usuarios de la vía, incluyendo a los ciclistas, merecen y necesitan su espacio, y mientras la infraestructura no le de el valor y reconocimiento que el ciclista merece; entonces tanto los ciclistas como los demás usuarios de la vía, tendrán conductas indeseables a convivir en la vía pública. El éxito de una ciclovía dependerá del diseño con el que se planee.

5. Bolardos

Los bolardos son elemento que se utilizan para delimitar de manera más contundente, áreas dentro del espacio público, como la delimitación de ciclovías, donde limitan que vehículos automotores la invadan o en las calles peatonales donde impiden que los vehículos entren a una zona donde no les corresponde.

Y es así como pequeños o complejos elementos de infraestructura generan la conducta deseada de los usuarios del espacio público.

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Autora: Gloria Morales. Licenciada en Arquitectura por la Universidad Autónoma de Sinaloa. MC. en Arquitectura y Urbanismo por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Profesora e investigadora en temas urbanos.