Como podemos tener una ciudad vital, segura, sostenible y saludable
Continuando con la serie del libro de Jan Gehl, en el capítulo III del libro “Ciudades para la Gente” se habla sobre como podemos tener una ciudad vital, segura, sostenible y saludable, y de la manera en que una ciudad debe ser ideada y diseñada, descrita de manera singular en cada uno de sus apartados.
Checa esto: La escala humana – Jan Gehl.
“Cómo se desarrolla nuestra vida en el espacio público tiene un impacto significativo en el modo como percibimos ese espacio. Una calle sin vida es como un teatro vacío: algo está fallando con la producción de espectáculo ya que no hay público”. Jan Gehl.
Ciudad vital y segura
Estos hacen referencia a la manera en que las personas desarrollan la vida urbana, la vida pública, la cual no se refiere a la cantidad de gente que use o viva en dicho espacio sino a la sensación de uso y disfrute que permea en las personas. Para ejemplificar esto imaginemos escenarios cotidianos en nuestras ciudades, en primer lugar tenemos un parque lleno de vegetación, senderos accesibles, espacios de recreación y juego, bancas y mobiliario que invitan a las personas a permanecer, platicar, comer, reír, etc., esa sensación de tranquilidad, de gozo propiciará directamente que las personas hagan uso de ese espacio de encuentro de manera activa, contrario a la sensación que, por ejemplo, nos da caminar sobre un terreno baldío, desolado, en mal estado, sin vegetación ni iluminación, donde el sentimiento de inseguridad y de intranquilidad no nos invita a permanecer, disfrutar o visitar el lugar. Es ahí donde la vitalidad y la seguridad hacen presencia en el espacio público mediante el diseño urbano.
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Ciudad sostenible y saludable
Así mismo podemos encontrar que podemos adecuar nuestras ciudades para hacerlas más sostenibles y saludables, sabemos que uno de los grandes problemas de las urbes en la actualidad es la gran cantidad de contaminantes de diferentes tipos que se emiten por la actividad humana que a su vez repercuten directamente en la salud de quienes habitan ese territorio. Hablando específicamente de algunos de los problemas que más acechan nuestra ciudad como lo son la gran tasa de mortalidad y morbilidad por siniestros de tránsito, la gran cantidad de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, etc., encontramos que hay una relación directa entre el diseño urbano y las causas de las mismas. Sabemos que por muchos años nuestras calles han sido diseñadas con la premisa de agilizar y descongestionar el tráfico vehicular, lo cual ha sido contraproducente ya que ha relegado a condiciones precarias a otros modos de transporte más sostenibles y saludables, como por ejemplo caminar, montar en bicicleta o utilizar el transporte público.
Por ello, hablar de vitalidad, seguridad, sostenibilidad y salubridad es muy importante en los aspectos cotidianos de nuestra vida urbana, nos invita a imaginar y soñar con una ciudad donde cada uno de los espacios públicos como lo son las calles, los parques, las plazas, etc., cumplan y sean diseñados bajo las premisas propuestas en este capítulo.
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